RUIZ DEL OLMO, F.J, VERTEDOR, J.A., ALONSO, J.M. (UMA). 17.12.2019
Democratización de la producción e investigación audiovisual.
La Algorave es un locus actual de actividad creativa en el que se exploran los algoritmos en relación con la creación audiovisual en vivo (Algorave, n.d.). La naturaleza de los algoritmos para cada tipo de producción incluye una probabilidad de producir sonido e imagen generativos y una mayor posibilidad de transformación de los algoritmos en directo. Esta práctica de producción audiovisual en directo mediante la alteración de código es conocida como Live Coding. En la siguiente imagen (Fig. 2) podemos ver una puesta en escena del grupo Algobabez formado principalmente por Shelly Knotts y Joanne Armitage, aunque en ocasiones actúan en colaboración con otros artistas programadores. En la imagen podemos apreciar la naturaleza de los sonidos producidos durante una sesión a través de un código de programación que es presentado en directo mediante un proyector. Además, podemos apreciar la importancia de los efectos visuales también trabajados en directo mediante codificación en vivo. La Algorave produce un cambio en la forma de disfrutar de los algoritmos, Collins atribuye esto a un ciclo humano que comienza con la mecanización, a continuación, conduce al desarrollo de nuevas habilidades y finalmente estimula a una nueva cultura a mezclar esta nueva actividad con la vida cotidiana (Collins & McLean, 2014, p. 358)1.
Este tipo de eventos podrían definirse por consolidar una plataforma de encuentro para la muestra de arte audiovisual generado mediante código de programación creado en una colaboración en directo. Algunos de los principales compositores de Live Coding hablan de codeomorphology, ya que el código, la música y la imagen evolucionan juntos en un proceso generativo que es observado por la audiencia. Esto está conectado directamente con el compromiso de codificación en tiempo real usando medios basados en el tiempo. En Live Coding podríamos denominar análogamente el concepto codeomorphology como la forma cambiante del código en el tiempo (McLean, Griffiths, & Collins, 2010, p. 30). Se trata de una manera de pensar acerca de diferentes alternativas y perspectivas sobre el uso de los datos digitales y el código, lo que nos permite encontrar perspectivas más ricas para pensar sobre nuestro futuro con los datos (Sound and Music, 2016). La red de Algorave es una amplia escena de la que se podría decir que gira en torno al bricolaje, entendiendo esto desde el punto de vista planteado por Levi-Strauss con el concepto de bricoleur (Lévi-Strauss, 1966) debido al carácter experimental e investigador en el que se encuentran sumergidos los productores que participan en estos encuentros. Principalmente se utilizan entornos de código abierto desarrollados para las prácticas creativas de Live Coding. Según McLean, un Algoraver se involucra en la música escribiendo el código de programación con una computadora, por lo general presenta un pensamiento ecléctico en cuanto a la producción sonora. Los instrumentos principales que utilizan en sus sesiones son, un ordenador portátil, un programa para Live Coding y un proyector con el que en algunas sesiones Live se muestra el código de programación con el que se compone la música y en otras sólo se muestran elementos visuales programados en directo. Además del portátil, en las sesiones de Live Coding suelen incluirse herramientas experimentales de control y manipulación audiovisual mediante sistemas de hardware que actúan sobre el programa, como, por ejemplo, la conexión de un sintetizador analógico compatible con conexión USB. Esta tendencia se ha vinculado directamente con las prácticas de Live Laptop Performance (Bown et al., 2014, p. 13).2
En este contexto tenemos que destacar la figura de Alex McLean. McLean es investigador de música computacional, programador de Live Coding y creador de la Algorave. Según McLean, la Algorave surgió como una broma mientras conducía a un concierto en Nottingham con su amigo Nick Collins a finales de 2011: Sintonizamos una estación pirata donde pinchaban Happy Hardcore y pensamos que sería bueno programar algo de música Rave. Desde entonces, McLean ha organizado diversos eventos Algorave informales alrededor del mundo, como podemos comprobar en la página web oficial de la Algorave (https://algorave.com/). Según cuenta McLean: Es una especie de cambio en la forma en que la gente piensa acerca de la música computacional y permite romper los límites de lo que puede ser la música electrónica, (Cheshire, 2013).3 La música en una Algorave puede parecer desordenada, pero eso es en parte el punto neurálgico de este evento, los algoritmos se construyen en vivo para una multitud. Como se define en su sitio web: Dependerá de la actitud de la gente en la pista de baile que los músicos puedan darle sentido a esto y hacer un buen trabajo creativo para producir una gran fiesta (Algorave, s.f.). Vivimos en un entorno cultural en el que las actuaciones musicales basadas en computadoras, cada vez más mejoradas en sus procesamientos, se han vuelto más dinámicas. En particular, el uso de computadoras portátiles como instrumentos de creación ponen de manifiesto la existencia de una próspera práctica dentro de muchos géneros y subculturas, ya que trabajar con estos recursos nos ofrece la oportunidad de obtener un nivel de control más complejo y trabajar con escalas de tiempo más pequeñas en la composición de la música y gráficos por computadora. Este trabajo introduce una serie de nuevos dilemas para el intérprete que trabaja con algoritmos. Es un hecho que las prácticas de Live Coding se han establecido firmemente como una práctica improvisadora de actuación audiovisual en el panorama cultural (Allik, 2016, p. 551).4 Uno de los principios fundamentales del Live Coding es el de no estar limitado por la práctica instrumental ya existente, sino que se centra en hacer una verdadera música por ordenador que exalte la importancia del lenguaje de programación. Las prácticas creativas de Live Coding se basan en el acto de la programación como la fuerza expresiva de la música combinada con la imagen y se vinculan directamente al potencial de la máquina, lo principal es la combinación del software de producción de sonido con la propia creatividad del usuario (Collins, Mclean, Rohrhuber, & Ward, 2003. p. 322).5 El realce de la belleza del código y la nueva manera de entender el software como instrumento musical nos parecen puntos relevantes a destacar de estas tendencias artísticas que se centran en el manejo de la computadora como herramienta creativa en las prácticas de Live Coding. Teniendo en cuenta estos principios, consideramos de gran importancia la comprensión de los mecanismos que subyacen a cualquier tipo de programa. Conectamos en este sentido con la idea de McLean cuando dice que: ser capaz de cambiar las tripas de la herramienta puede cambiar fundamentalmente la herramienta y, por lo tanto, se abre el abanico de posibilidades. En cuanto a la música algorítmica, cuanto más se observa, menos sentido tiene realmente, dice McLean. Cualquier tipo de partitura es un algoritmo en cierto modo, es sólo un conjunto de instrucciones escritas que tienen la finalidad de producir una pieza sonora. Pero en la práctica, la música algorítmica opera sobre la abstracción, no sólo se trata de escribir las notas, sino de la elaboración de algún tipo de procedimiento con el que generar esas notas o sonidos en directo (Kretowicz, 2017).6
Por este motivo, la práctica de Live Coding acentúa la idea de la partitura y, si bien es el vehículo perfecto para el rendimiento de la producción audiovisual algorítmica, también transforma el propio proceso compositivo en directo como continuación de los desarrollos creativos de la partitura del siglo 20. Los sistemas de codificación en vivo a menudo incluyen elementos gráficos y sintaxis de lenguaje creados por usuarios para su uso personal que son ajenas a los lenguajes de programación estándares (McLean et al., 2010). Un ejemplo de código de programación más tradicional es empleado en Scheme Bricks (fig. 4), se trata de una interfaz de programación que utiliza figuras geométricas para la construcción de programas Scheme. Este programa está inspirado en el programa desarrollado para niños, Scratch. Scheme Bricks utiliza la retroalimentación visual para relacionar los eventos sonoros con el código; la instrucción que desencadena un evento sonoro parpadea a medida que se reproduce el sonido. Este enfoque mínimo de la visualización de procesos hace que la relación entre el sonido y la estructura de código sea más clara (McLean et al., 2010).7
Live Coding es una forma de interpretación musical que implica la composición en tiempo real de la música por medio del código de programación. Esto se hace delante de una audiencia que sigue los procedimientos en una proyección. Normalmente, los Algoravers comienzan con una hoja limpia, una tabula rasa, y construyen sus composiciones desde cero, es decir, las composiciones evolucionan a través de la escritura de un nuevo código. Cambiar código, detener el código o copiar un bloque grande para transformarlo en algo totalmente diferente son unas de las principales características de este proceso creativo. El código está en constante cambio, a menudo modificándose a sí mismo (Magnusson, 2011, p. 19).8 Todo ello pone de manifiesto que los artistas de Live Coding ven su práctica basada no tanto como la producción de textos (u obras) fijos, sino como una actividad comparable a otras formas de improvisación musical. Mientras que las expresiones tradicionales de copyright se caracterizan a menudo por un estado de relativa fijación y permanencia, los artistas de Live Coding, al igual que otros improvisadores, adoptan la impermanencia y fluidez que caracterizan su proceso creativo como parte integral de las obras que producen mediante código (Zeilinger, 2014, p. 84).9 En el pensamiento de un Algoraver, no existe la posibilidad de estar limitado por la práctica instrumental existente, sino que se interesa por hacer una verdadera muestra audiovisual computarizada que exalte el propio lenguaje de programación, que exalte el acto de programar como fuerza expresiva de la música más cercana al potencial de la máquina, trabajando con experimentos de codificación en vivo mediante la comunicación con código escrito y con la mentalidad de programador para encontrar nuevas transformaciones musicales en el renderizado del código (Collins et al., 2003, p. 322).5 Puede entenderse de este modo que las computadoras nos ofrecen una interpretación digital de un mundo discreto y matemático completamente despojado de gesto y emoción. La proyección del código facilita el aprendizaje y hace que el proceso creativo sea más transparente, y por lo tanto agrega valor y significado a la Live Performance además de ser una parte importante del arte del Live Coding (Burland & McLean, 2016, p. 146).10 Como crítica al arte digital interactivo y en contraposición con las prácticas de Live Coding, podría decirse que parece que se construye una farsa del mundo exterior que se muestra a través del cristal de la pantalla con la que el humano interactúa, permaneciendo al margen de la verdadera construcción del entorno al que éste se enfrenta, sintiéndose cómodo de controlar la superficie de control que le es dada con el objetivo de escapar del ambiente digital (McLean, 2013, p. 82).11 Por último, hay que destacar que no podemos perder de vista que este tipo de encuentros, las Algorave, tienen una descendencia directa de las tradicionales fiestas Rave de los años 90, surgidas en su inicio dentro de un ámbito ilegal y en ocasiones consideradas como formas sociales de curación espiritual, aquí el Dj era considerado la clave de la Rave o una especie de “techno-chamán”. Este personaje era el agente fundamental de la tecnología de estas fiestas, él manejaba los principales instrumentos: giradiscos, mesas de mezclas o efectos de luz. En la Algorave, la figura del Dj es sustituida por la del programador. Podríamos establecer lazos entre estas culturas con el futurismo de Russolo, o con la anarquía musical de John Cage, argumentando que todas surgen en forma de vanguardia y que mantienen en común aspectos como el de tener un pensamiento de rebelión estética muy similares, el deseo de ebriedad en todos los sentidos y la voluntad de huir de los espectáculos ortodoxos establecidos (Kyrou, 2006, p. 72).12 La Algorave se articula con los sonidos de las fiestas Rave del pasado e introduce ritmos futuristas hechos a través de extraños procesos asistidos por algoritmos. Alex McLean intenta desglosar la práctica del Live Coding en términos simplistas comparándolo con la realización de un patrón de tricotado, una forma generalmente muy simple de describir patrones que luego puede uno utilizar como una especie de lenguaje para describir su música (Dylan-Wray, 2013)13. Lo importante en la Algorave es la participación de artistas que disfrutan al exponer y compartir el funcionamiento interno de los procesos creativos que se encuentran detrás de su trabajo. Esto pone de manifiesto lo que los seres humanos siempre han hecho, explorar tanto las representaciones analógicas como las digitales en su arte: A medida que se desarrollan los lenguajes de programación diseñados especialmente para la codificación creativa y el Live Coding, estos se acercarán más a los lenguajes naturales: combinando expresiones gestuales y simbólicas de una manera similar, pero permitiéndonos trabajar con abstracciones más allá de nuestra imaginación (Sugarman, 2016, s.p.)14.
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1. Collins, N., & McLean, A. (2014). Algorave: A Survey of the History, Aesthetics and Technology of Live Performance of Algorithmic Electronic Dance Music. Proceedings of the International Conference on New Interfaces for Musical Expression, 355–358.
2. Bown, O., Bell, R., & Parkinson, A. (2014). Examining the Perception of Liveness and Activity in Laptop Music: Listeners’ Inference about what the Performer is Doing from the Audio Alone. Proceedings of the International Conference on New Interfaces for Musical Expression, 13–18.
3. Cheshire, T. (2013). WIRED | Hacking meets clubbing with the “algorave.” Recuperado de (28 de febrero de 2017): http://www.wired.co.uk/article/algorave
4. Allik, A. (2016). Spectrorhythmic evolutions: Towards semantically enhanced algorave systems. In ICMC 2016 – 42nd International Computer Music Conference, Proceedings (pp. 551–556). Utrecht. HKU University of the Arts Utrecht, HKU Music and Technology.
5. Collins, N., Mclean, A., Rohrhuber, J., & Ward, A. (2003). Live coding in laptop performance. Organised Sound, 8(3), 321–329. https://doi.org/10.1017/S135577180300030X
6. Kretowicz, S. (2017). Mixmag | Algorave: The live coding movement that makes next-level electronic music. Recuperado de (21 de febrero de 2017): http://mixmag.net/feature/ algorave/
7. McLean, A., Griffiths, D., & Collins, N. (2010). Visualisation of live code. Visualisation and the Arts, 1–5
8. Magnusson, T. (2011). Algorithms as Scores: Coding Live Music. Leonardo Music Journal, 21, 19–23.
9. Zeilinger, M. (2014). Live coding the law: Improvisation, code, and copyright. Computer Music Journal, 38(1), 77–89. https://doi.org/10.1162/COMJ-a-00231
10. Burland, K., & McLean, A. (2016). Understanding live coding events. International Journal of Performance Arts and Digital Media, 12(2), 139–151. https://doi.org/10.1080/147947 13.2016.1227596
11. McLean, A. (2013). The Textural X. XCoAx2013: Computation Communication Aesthetics and X, 81–88.
12. Kyrou, A. (2006). Techno Rebelde Un siglo de músicas electrónicas (1st ed.). Madrid: Traficantes de Sueños
13. Dylan-Wray, D. (2013). VICE | “Algorave” Is the Future of Dance Music (if You’re a Nerd). Recuperado de (22 de enero de 2017): https://www.vice.com/en_uk/article/algorave-isthe-future-of-dance-music-if-youre-an-html-coder
14. Sugarman, E. (2016). British Music Collection | Alex McLean on Music Coding and Algorave. Recuperado de (22 de enero de 2017): http://britishmusiccollection.org.uk/article/alexmclean-music-coding-and-algorave
*Texto extraído del artículo «Creación sonora y nuevas tendencias artísticas en el siglo XXI: Algoritmos, música electrónica y Algorave». Publicado en Arte, individuo y sociedad Vol. 31, Num. 2 (Abril-Junio 2019) por Ediciones complutense. ISSN 1131-5598, ISSN-e 1988-2408. https://revistas.ucm.es/index.php/ARIS/article/view/60825
Artículo completo: https://www.researchgate.net/publication/331685860_Creacion_sonora_y_nuevas_tendencias_artisticas_en_el_siglo_XXI_Algoritmos_musica_electronica_y_Algorave
Imagen portada: Cinemateca de Bogotá. Algorave, encuentros de Livecoding. 2019