JÖRN PETER HIEKEL
Controversias en el ámbito germánico.Hay una nueva producción en Viena estrenada en el Wiener Festwochen, sobre el ciclo Winterreise de Schubert en colaboración con William Kentridge, un artista sudafricano muy conocido, especialista en imagen y video […] un periódico alemán, Diet Ziet, escribió algunas líneas sobre este proyecto ya que era un evento algo inusual y se preguntaba «¿Necesitamos la imagen para una música que existe desde hace tanto tiempo?»
“¿Necesita Franz Schubert que nuestras imágenes más interiores se abran hacia afuera?¿Están nuestros oídos hoy bajo la dictadura de lo visual ya tan reducidos que sin lo visivo ya no puede jugar un papel como sentidos?¿Se puede valorar por ello un género musical tan íntimo y poco espectacular como el Lied? ¿Habla de una nueva revaloración del Lied si además la imagen aparece? […] La respuesta es muy incómoda, ha sido posible llevar con este proyecto, llevar este ritual a todos los que disfrutan del arte, a todos los seguidores de esta forma musical y poética y crear ese mundo mágico que ha llevado a cabo, por ejemplo, el cantante Dieskau con su trabajo anterior. La interpretación con imágenes provoca una fresca y atractiva acción como si se reviviera el drama de Schubert por vez primera […] necesitamos a Schubert y lo necesitamos para completar utopías sociales que en su fondo no deben ser olvidadas y tienen que volver a ser resoñadas”. [1]
En algunos campos estas cuestiones no son muy novedosas, podríamos remontarnos incluso diez o veinte años atrás. La sensación es que hoy en días las nuevas generaciones valoran de una manera diferente la utilización de imágenes, el manejo de conceptos relacionados con el arte intermedia. Hablo sobre la relación de la música y la imagen, de la música y el video. Por supuesto que esta relación no es nada nuevo, para Debussy, por ejemplo, la inspiración a través de elementos terrenales e impresionistas era muy importante para desarrollar un estilo nuevo. De hecho, si partimos desde Debussy hasta nuestros días siempre encontraremos muchos otros compositores que se han inspirado o basado en imágenes e incluso videos para crear, no es algo novedoso.
Me gustaría centrarme, para empezar, en el libro de Albrecht Wellmer, un filósofo alemán muy conocido continuador de la tradición de Theodor Adorno. Él llegó más lejos al desarrollar descripciones (musicales) desde el punto de vista filosófico en relación a la tradición en Darmstadt después de la Segunda Guerra Mundial.
Bezug über Musik and Spräche es el título. En él habla de la importancia de la creación de un nuevo lenguaje, no solo como anulación de antiguos sistemas, que está claro, si no en el sentido del gran salto entre los nuevos elementos clásicos anteriores a la guerra mundial y el periodo tras ésta […], la creación de un nuevo lenguaje con nuevas ideas e imágenes.
Creo que cualquier compositor vivo se sentiría muy orgulloso de poder tener un texto en clave filosófica que se centre en integrar sus ideas y pensamientos en una teoría completa […] la idea está basada en Helmut Lachenmann. Este compositor creó un tipo específico de lenguaje con imágenes, Musik mit Bilder. Esta frase es el subtítulo de su ópera Das Mädchen mit den Schwefelhölzern (La Cerillera).
Su idea de música, explicada en este libro a través del concepto Musik mit Bilder, representa un nuevo espacio en nuestra imaginación con elementos concretos basados en la idea de reducir los efectos e ideas clásicos. Realizar una reconstrucción o edición de estos efectos y elementos clásicos y construir unos nuevos. Para mí es un ejemplo muy representativo de la dialéctica entre la semantización y la no-semantización que actualmente se discute en los países de habla germana. Se puede leer en muchos libros escritos en estos últimos diez años sobre esto […] Esta no-semantización consiste en evitar cualquier elemento semántico. Actualmente tenemos muchos proyectos que se centran en la creación de nuevos lenguajes basados en la relación del sonido y lo semántico.
“Dentro de una musicalidad interna el desarrollar un proceso en relación a un contexto mundial en la música moderna en la que de forma avanzada se llegue a una superposición en el tiempo de una semantización y una no semantización, que son las dos categorías de las que acaba de hablar, ambas categorías del material musical. Con semantización quiero señalar […] digamos el cierre o el bloqueo de las nuevas posibilidades tanto del lenguaje como de la expresión del material musical. El desarrollo de la música tonal era realmente un ejemplo para esta citada semantización digamos de un material natural musical, por eso la cita de Nietszche, para entender este largo proceso de relación entre música y poesía es muy interesante, porque habla de que finalmente la forma musical puede al mismo tiempo ser también la definición de una terminología y de lo que es el propio sentimiento”. [2]
[….]
Hay mucha controversia en cuanto al pensamiento de Albrecht Wellmer, pero también de otros muchos pensadores en cuanto a estar cerca de muchos conceptos relacionados con la tradición de la Absolute Musik, el estar más abiertos a otros campos y empezar a acercarse a conceptos relacionados con el Bilden Kunst del arte.
Actualmente en Alemania se está produciendo una revolución en cuanto a colaboraciones entre compositores y artistas. Colaboraciones con un nuevo sentido, es decir, replanteándose, si es necesario, el papel de la Musikhochschule, del conservatorio y de las universidades de artes. Hace más de diez años que se habla de ello, y para mí, una persona que representa muy bien este movimiento es Peter Ablinger, compositor austriaco residente en Berlín, el cual estudió bellas artes y música, lo cual hace que no se sepa muy bien en cual de los dos campos trabaja. Por ejemplo, un proyecto reciente que representa muy bien esta idea es […] Arboretum, una ópera-paisaje (landscape opera) en el que intenta crear sonidos de la naturaleza.
“Más tarde me di cuenta de que se producía una especial dependencia de la música a través de las instituciones, orquesta, colectivos como ensambles, la academia, la enseñanza, la tradición instrumental, las salas de conciertos y las ciencias no son responsables de esta destacada historicidad digamos del negocio o de la sustancia musical en la sociedad, sino que también participan, en muchos casos, como corrompedores de la música más nueva o al menos como creadores de un clima de prejuicios y tomas de posiciones que se enfrentan en muchos casos al hacer musical que algunas de estas instituciones, solo a veces, han intentado desarrollar”. [3]
Peter Ablinger está presente actualmente en tesis e ideas desarrolladas por filósofos de generaciones posteriores a la de Albrecht Wellmer.
Como ejemplo, está el libro de Harry Lehmann The Digital Revolution. Este libro fue publicado hace un año (2013) en Mainz y en internet podemos encontrar una presentación del propio autor en la Universidad de Harvard que resume muy bien sus ideas:
El gran cambio al que se refiere Harry Lehmann, compartido por otros autores contemporáneos […] está en que ahora todo está presentado en distintas plataformas a través de internet. Todos los elementos visuales de la música están cambiado, y seguramente seguirán haciéndolo durante los próximos diez o veinte años. Lo que es realmente significativo e importante, es que todas las instituciones cambiarán, han de cambiar […] esto significa que se han de buscar nuevas estrategias. Las óperas, las universidades de música, nuestras cabezas incluso cambiarán […]. Por ello es muy necesario estar con los ojos bien abiertos antes las nuevas posibilidades que nos ofrece la era digital.
“Solo la revolución digital cambia actualmente el campo de juego, solo ella hace que se vuelva hacia atrás de una idea de la Música Absoluta, solo esta salida es la que puede conseguir sacar a la música, a la Neue musik, a la música actual de ese papel periférico o del propio aislamiento que tiene en muchos casos.” [4]
Algunos ejemplos que viajan en paralelo a las ideas de Harry Lehmann, y con cierta distancia a las del mundo de Albrecht Wellmer. En ellos se combinan elementos orquestales y de video, los cuales aparecen en el libro de Lehmann. El primero viene del compositor alemán Johannes Kreidler (Shutter Piece).
La situación es sencilla; […] en el escenario está un ensemble muy conocido, el Ensemble Recherche de Friburgo, en el concierto se está proyectado un video en el que aparecen elementos visuales propios de un partido de fútbol […] (en este ambiente) se crea un conflicto muy intenso entre la música y el video, ya que podemos centrar nuestra atención en la música o en algo más (el video) […] Para Johannes Kreidler es muy común, y lo hace con todas sus piezas, el ofrecer la posibilidad de escuchar sus obras en todo el mundo a través de Youtube. Para este compositor es inconcebible e impensable presentar un cuarteto de cuerda sin video o sin elementos intermedia. Está pasado de moda […] para muchos compositores de las nuevas generaciones no incluir estos nuevos elementos en sus obras. En Darmstadt he podido escuchar testimonios como «Vale, podemos componer solo cuartetos de cuerda, pero si tenemos nuevas posibilidades y oportunidades de ampliar la creación a través de internet, ¿Por qué no utilizarlas?».
[…]
Hay un conflicto derivado de esta situación en relación con el entretenimiento […] Algunos compositores creen que «la música también tiene una parte de entretenimiento». Pero, por ejemplo, Helmut Lachenmann, en su conferencia en Darsmtadt, decía «El entretenimiento para mí no tiene nada que ver con el arte. El arte está a un lado y el entretenimiento al otro». Hoy en día estamos entre estas dos posibilidades. Para este conflicto, por supuesto, el impulso o impacto que el pensamiento de Harry Lehmann y otros filósofos están desarrollando es muy necesario e importante.
Hay varias revistas en Alemania MusikTexte, Neue Zeitschrift Musik y Positionen que recogen estos pensamiento. Positionen, una revista de música publicada en Berlín, está muy concienciada en cuanto a publicaciones de información y propaganda de las nuevas posibilidades que ofrece la composición digital y la mezcla entre elementos digitales y tradicionales de concierto.
Otro ejemplo podríamos encontrarlo en la obra de la compositora de Colonia Brigitta Muntendrof. Flute Cover. Public Privacy es una obra en la que algunas partes de los sonidos provienen de videos y otras de un intérprete que toca en directo. Es una tensión entre lo público y lo privado, sus diferencias y sus encuentros.
[…]
En esta pieza aparecen en el video flautistas de muchas partes del mundo que mandaron una grabación a la compositora en respuesta a una convocatoria que ella misma lanzó a través de internet. Cuando recibió todos los materiales, compuso la pieza integrándolos en ella. En el concierto en vivo este proceso no aparece, no se toca en directo la música que proviene de los videos, solo son reproducidos, y el flautista toca en vivo otra parte de la composición. Es un ejemplo del uso de elementos digitales provenientes de internet y el concierto en vivo.
También existen otros ejemplos en los que todas las situaciones o posibilidades del concierto en vivo se eliminan y se centran absolutamente en el ámbito de internet.
[…]
Full conference in podcast: https://www.ivoox.com/ix-encuentro-m-f-new-philosophic-interpretations-of-the-audios-mp3_rf_33258991_1.html
REFERENCIAS:
[1] https://www.zeit.de/2014/25/william-kentridge-franz-schubert-winterreise
[2] Wellmer, A. Musik und Sprache. Hanser, Carl GmbH + Co. Neuauflage (2012)
[3] Peter Ablinger. Unkown source.
[4] Lehmann. H. Die digitale Revolution der Musik: Eine Musikphilosophie. Schott Music (2013)